Abuelos observad cuánto he crecido, no soy la de antes, ya no persigo hormigas para ver adónde me llevan, ahora voy detrás de caminos sin saber lo que me espera.. No hay rasguños en las rodillas, sólo cicatrices en el corazón. Estoy harta de los chicos inmaduros, del 'Por el interés te quiero, Andrés', yo lo que quiero es viajar, conocer mundo. Quiero dar vueltas y vueltas y no tener ninguna prisa por volver.
Los años pasan, las personas cambian, los sueños aumentan y por ello las decepciones crecen.
Miradme, queriendo llegar a lo más alto,y al final me encuentro comiendo techo.
Me dicen, escribe, tienes talento, una fluidez verbal exquisita, un léxico de muerte. Y no lo veo, será que no tengo inspiración. Incluso ahora mismo acabo de cambiar de tema..
Quiero ascender, y no encuentro metas. Mamá, que por mucho querer salir al extranjero, aún no encuentro motivaciones dentro de un libro de Lengua y Literatura; Papá, que aunque yo quiera trabajar no tengo ni edad ni estatura; Abuela, que sigo discutiendo con mamá,pero no te preocupes, no nos odiamos, simplemente que en el momento que dejamos de hacerlo la relación cambia.¿Y qué sería de mi vida sin tener a mi madre preocupándose por mí, o sin mi hermana cotilleando sobre mi vida privada?
Familia, gracias por haber estado siempre ahí. Lejos o cerca, pero siempre conmigo. Por levantarme tras cada caída, por enseñarme que siempre hay que ir de frente y con la cabeza bien alta, vaya donde vaya. Por hacer de oídos sordos cada vez que no sabía comportarme, y por hacer de mí alguien más fuerte. En definitiva, gracias por ayudarme a sobrevivir en este mundo de locos.
¿Quién sabe dónde acabaré? ¿Azafata? ¿Estudiante de Relaciones Internacionales? ¿Periodista? Ni yo misma lo sé. Pero tengo 17 años, y aún me quedan mil cosas por descubrir.. Pero no tengo ninguna prisa. Sé que me espera un futuro y que acabará llegando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario