martes, 26 de agosto de 2014

Con P de Agustina.

Hoy me apetece darte a tí las buenas tardes, por haber compartido conmigo un gran número de ellas. También porque eres una de las personas más importantes de mi vida, y desde luego de lo mejor que tengo. Esta no es la primera vez que escribo sobre tí, porque ya lo hice unos meses atrás en los que contaba cómo nos habíamos pasado casi seis meses sin hablarnos. Pero aunque hayamos tenido malas temporadas al final siempre has estado ahí para mí, tanto en lo bueno como en lo malo. Me has ayudado todo lo que has podido y más, me has hecho reír cuando tocaba llorar y me has aguantado cuando ni yo misma lo hacía. Qué cosa esta la de pasarme la vida deseando hacer, vivir y tener contigo las cosas que ya hago, vivo y tengo contigo.
Quiero compartir contigo mil momentos más, bueno qué coño, quiero compartir contigo toda mi vida. Adoro esas tardes tumbadas en el césped, olvidándonos de todo, en las que sólo importábamos nosotras. Cuando me veías y me decías 'joder, qué pequeñita eres', o cuando imitaba a Sergio y no podías parar de reír.. Pff podría escribirte muchos "o cuando" y aún así no terminaría. Tengo ganas de que vuelvas para quedarte y todo sea más fácil, depender de un timbrazo del teléfono para que en 50 minutos ya esté a tu lado, de poder verte cuando me de la gana y no tenga que esperar x meses. Por más que le doy vueltas no sabría como describir cómo me siento cuando estoy contigo, pero hace tiempo me di cuenta de que la vida es más fácil si tú estás a mi lado. VUELVE PRONTO, POR FAVOR. 
Y recuérdalo pequeña, sin tí no soy nada.

viernes, 22 de agosto de 2014

EL BIEN ÚLTIMO.

Aristóteles consideró que todos los hombres actuamos siempre en vistas de un fin o bien último. Este fin no se buscaría en vistas de otro, sino por sí mismo.
Pero los hombres se engañan respecto de lo que la felicidad sea, considerando falsamente que es: el placer, el honor y la fama, y por último el dinero.
“El hombre busca un bien sobre él”.
Esos bienes o fines son relativos, pues no los buscan por ellos mismos sino en vista siempre de algo posterior, por ejemplo, el estudiar para aprobar, aprobar para ir a la universidad, ir a la universidad para estar cualificado y poder trabajar, trabajar para conseguir dinero, etc.… Se entra en una cadena viciosa.
(Felicidades Eva, si estás leyendo esto, que sepas que estoy intentando encontrarle el significado a las palabras y deducciones de numerosos filósofos). En fin, siempre me voy por las ramas. El hombre actúa siempre para conseguir algo después, y bien, ¿con respecto al amor también se comporta así? No sabría deciros. Al mezclar filosofía con mis experiencias no busco que todo esto quede mejor y más bonito, o sí, pero qué mas da, a fin de cuentas nunca se entiende de qué hablo ni por qué lo hago. A lo que iba, creo que en mi vida he hecho algo sin que me apeteciera para conseguir que un chico saliera conmigo, por poner algo de ejemplo. ¿Estoy hablando de lo mismo? o quizá me he confundido y lo he vuelto a entender mal… Así que mejor dejo de “filosofear” que ya veis que se me da mal. (Si supierais que encima la he suspendido. Ja, que gracioso todo.)
Muchas veces que voy a salir con una amiga o con quien sea me digo:” venga, voy a ponerme guapa, puede que hoy conozca a alguien importante.” Un poco de base, colorete, raya, rimel, pintalabios y ya estoy lista. Por último la ropa, y cuando doy por terminada la labor, me echo un vistazo al espejo y ya puedo decir que voy decente. (MENTIRA: AL SALIR DE CASA CONSIDERAS QUE VAS HECHA UN PINCEL, PERO EN EL SIGUIENTE ESPEJO QUE TE MIRAS YA NO TE GUSTAS TANTO.   * NOTA MENTAL PARA LAS MUJERES QUE PUEDAN LEERLO: cuando os miréis al espejo antes de salir de casa no consideréis que veis auténtica belleza, así cuando salgáis y de repente os reflejéis en un espejo y veáis que la raya se os ha corrido o el flequillo se os ha descolocado la frustración será menor. Es LEY.DE.VIDA.) El caso, siempre pienso que puede que ese sea el día en que conozca al chico perfecto, mi alma gemela, mi media naranja… Bajo a la parada del autobús y simplemente espero a que el bus llegue. Miro a un lado y a otro, pocas veces me encuentro con gente joven. Así que cuando el autobús llega me subo y me siento en el primer asiento que pille. Después de cuarenta y cinco minutos [cuarenta y cinco insufribles minutos(o veinticinco, depende del bus que coja)], llego al tan esperado metro y si es un día con suerte, puedo volver a sentarme. Aclamado y concurrido metro, llevas un gran número de pasajeros, pero nunca me has brindado la oportunidad de conocer a ninguno. El metro es como el escaparate de una joyería, ves tantas cosas que te gustaría tener pero que sabes que son inalcanzables, o por lo menos para mí. Pues eso me pasa, veo universitarios, chicos que vienen o van del gimnasio, y nada, como decía mi abuela:”yo disfruto viéndoos comer” Sólo que yo no como, pero disfruto viendo. (No os vayáis a pensar algo raro, no iba con segundas intenciones.) Y ya no os cuento la envidia que me da cuando veo alguna pareja tan arrebujaditos y dándose mimitos. A lo que iba, asumiendo que mis propósitos son nulos y sumida en esos estúpidos pensamientos, llego a mi destino. QUE SÍ, QUE YA SE QUE NO TODO EN ESTA VIDA ES LIGAR Y ENCONTRAR NOVIO. QUE ES COMPORTAMIENTO INFANTIL Y TODO ESO. Pero a nadie le va mal una alegríaJ Yo que sé, un cumplido de algún chico que se te ha quedado mirando bastante rato, o miradas de algún grupito de colegas que se van contando con quién han estado la noche anterior. Sí, lo que vienen siendo gilipolleces pero que a una chica normalita no le sienta mal. Así que me reúno con quien haya quedado y le cuento la peripecia que he sufrido hasta llegar, incluyendo cómo no a esos tres bomboncitos con los que me he cruzado. Bah. Ya sabía yo que el maquillaje se me había estropeado y que iba mal peinada, por eso no me ha mirado nadie. Y lo que tú no sabes, es que precisamente por ir pendiente de esas tonterías no te habías fijado en ese chico con gafas y el pelo largo y castaño que te miraba mientras simulaba leer un libro. Ese, que el próximo fin de semana volverá a subir al metro con la esperanza de verte.
¿A que ha quedado bien? Ojalá me pasara a mi eso. Dios que mala soy y cómo me encanta martirizarme. Jajajajajaja vale, ya me callo.
Yo no sé por qué os he contado todo este rollo, supongo que para desahogarme. Tampoco quiero que penséis que me paso la vida intentando que alguien me quiera o que cada vez que salgo que alguien se fije en mí.
El otro día iba a San Fernando, y en la parada de mi pueblo me encontré con un chico que estaba tocando la guitarra. Su cara me sonaba demasiado pero no sabía de qué. Entonces nos miramos y fue como una conexión. Él siguió tocando a la vez que me miraba, demasiado intenso, los dos giramos la cabeza hacia otro lado a la vez. Yo, mi maldita curiosidad y las ganas de preguntarle de qué lo conocía. La vergüenza venció a la curiosidad y tuve que darme la vuelta y esperar impaciente al bus que ya se estaba retrasando. La casualidad hizo de las suyas, y justo llegó un amigo suyo acompañado por otro chico. “Príncipe, este es Mario”. MARIO. MARIO. MARIO. Así es como se llama el chico de cuadros que tocaba la guitarra. De repente me vino a la cabeza el recuerdo de cuando lo conocí, ya sabía dónde le había visto… 
Hace unas semanas en el bar donde trabaja mi amiga...
 Él estaba acompañado por otros dos amigos suyos y una chica; ellos pidieron un cubata y el compartió consigo mismo un chupito de tequila. No se me olvida la cara que puso cuando el fuerte tequila le golpeó el estómago. Cerró los ojos con fuerza y se limitó a hacer una mueca, disimulando todo lo que pudo el desagradable sabor que le producía. Obviamente no disimuló muy bien, porque todos los que estábamos nos reímos al ver su cara. Él iba con vaqueros, una camisa blanca y unas chanclas. Entonces pidió a mi amiga que pusiera algo de rock y se puso a bailar. Mejor que casi no le viera nadie, pobrecito mío, bailaba fatal. Al rato yo me fui, y recordándolo bailar me iba riendo, pensando que ese chico no tenía ninguna importancia. Cuánto me equivocaba..
Vuelta a la vida real... 
Ensimismada en mis pensamientos, no me di cuenta que el chico de la guitarra se iba, dirección Parque Norte. No podía ir detrás de él, así que me quedé mirando las únicas vistas que me ofrecía, el verle de espaldas.

Quizá si actúo en busca de un fin o bien último, quizá sea el de encontrar al chico perfecto. Y el haber salido justo ese día con esos shorts, esa camisa azul, la trenza hacia un lado dejándome parte del pelo suelto y el maquillaje suave me permitieron que él se fijara en mí. Quizá ese día utilicé esas formas para intentar llegar a la meta y alcanzar el bien último. Quizá ese día que había hecho como otro cualquiera, se convirtió en algo más especial. Quién sabe. Lo que sí que se, Mario, es que tal vez otro día volvamos a coincidir, pero ese día venceré la vergüenza y entonces podré hablarte y puede que esté más cerca de encontrar mi alma gemela, sólo falta que vuelva a haber esa conexión y que tú quieras.

jueves, 8 de mayo de 2014

Pensar en tus dudas me tambalea la vida.

Entiende, que ha sido conocerte y no dejar de pensar en volver a verte. Joder, qué envidia me dan ahora las calles de Madrid, qué rabia sus aceras y sus pasos de peatones... Ya me imagino, al muñequito del semáforo en verde, viéndote cruzar, poniéndose nervioso, y en rojo otra vez. Unos pocos minutos... Yo sólo te pido dos, de momento. Y dios, qué bien podríamos estar si no lo malinterpretaras todo. Me encantaría poder cogerte y darte un abrazo en medio de clase sin que te sintieras de un modo extraño por ello o por lo que pudiera parecer. Cómo me gustaría que no tuvieras vergüenza y te diera igual quien nos viera. Si es que encima no somos nada, quizá por eso.. Pero esta singular forma en la que nos tratamos, no es sino una pequeña demostración de todo lo que nos queremos. O por lo menos eso pienso yo. Sumándole además nuestro día a día, el escucharnos y apoyarnos. Me encantaría poder comerte a besos una tarde y que no pasen cuatro días hasta que vuelva a saber de tí, no hagas que tire de recuerdos. Qué coño, lo que tendría que ocurrir, es que no debería pasar ni una hora desde que nos hubiéramos separado para que me escribieras un mensaje, y me dieras a entender que a pesar de que lo nuestro sólo es amistad, no te arrepientes de nada de lo que has hecho. Adoro los momentos contigo, la manera que tienes de demostrarme que vas a estar ahí. Gracias por hacerme reír, por aconsejarme y dar solución a la mayoría de mis problemas, y sobretodo, por ese cariño tan especial que me brindas. Dios, quién escribe"cartas"a estas alturas de la vida. Ni siquiera yo sé por qué te estoy escribiendo esto, pero me está saliendo de muy adentro... Y porque creo conocerte, sé que después de leer esta carta vas a rayarte otro poquito más. Pero ya me conoces, haciendo montañas de granitos de arena y exagerándolo siempre todo. Pero por la boca muere el pez, y en fin, ya llegará mi hora. Ah, se me olvidaba, de todas las cosas que me gustan, la que más me gusta, sin duda, eres tú. Porque no puedo encontrar luz más intensa que la que me creas por dentro. Y esta carta, no es sino para repetirte, de una forma más variada, que ojalá que esto no salga mal. Que ya se que lo nuestro es sólo amistad, deja de repetírmelo. Pero aún así, ya sabes eso de " Dime que estarás abajo cuando caiga, dime que estarás arriba cuando lo consiga." Me encantaría que contases conmigo cada vez que sintieras la necesidad de algo, o simplemente porque quisieras tenerme a tu lado. Déjame ser el hombro en el que te apoyes cuando estés triste, esa persona a la que abraces cuando estalles de alegría, o déjame ser incluso, el saco de boxeo al que pegar cuando te sientas impotente, y la rabia corra por tus venas.
Joder, si es que haces tanto por mí que yo no sé ni cómo agradecértelo. Y tengo tantas cosas que agradecerte que me quedaría sin papel y sin saliva. Y si esto después puede convertirse en un error, mejor disfrutarlo ahora, reír por lo simple, y hacernos un poquito felices. Bueno, aquí me has tenido unos cuantos minutos diciendo cosas sin ton ni son. Y sé que después tirarás esta carta, pero tienes que saber que en ella hay un poco de mi. Gracias por ser tú misma en todo momento y no fallarme nunca. No necesito más para saber que eres una gran persona, y que pase lo que pase, me encantaría seguir teniéndote a mi lado.
Pensar en tus dudas me tambalea la vida. Ni me dejes ni te alejes, por favor. Y es que después de haber besado tu sonrisa rota sólo puedo imaginarme cosiendo mis labios a los tuyos. (Imaginando que tú quieres mis labios en los tuyos). Bueno, vale, por fin he terminado. Ahora puedes correr a rayarte, o lo que sientas que tienes que hacer. Que aquí te espero yo para resolver todas tus dudas(y sí, las palabras que no entiendas por culpa de mi letruja también cuentan). Y QUE TE QUIERO MUCHO.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Desde el fondo de mi alma..

Mis manos ya no tocan nada. Mis labios ya no exhalan aliento.
De mi boca ya no salen palabras y mi sombra ya no se posa en el suelo.
He muerto y ahora mi alma vuela entre los recuerdos de lo que fue mi vida.
No tengo cuerpo con el que caminar, pero veo las risas de mi infancia, el primer amor y el primer dolor, el pasar de los años y de la gente por mi vida. Mi vista se posa en las miradas de aquellos que alguna vez me acompañaron
en algún momento. En las sonrisas y en los momentos que compartimos. Ante mí pasan verdades y mentiras de toda mi vida, secretos que dolieron al susurrarlos hasta que el tiempo se llevó su dolor. Ante mí aparecen una a una las primeras veces de mi vida, acompañadas de los sentimientos que en su día despertaron. Como un temblor de tierra, sacuden mi alma. 
MI VIDA VA PASANDO, LAS COSAS QUE DEJÉ ATRÁS, LO QUE CREÍ IMPORTANTE Y NO LO ERA, LO QUE NO LE DI IMPORTANCIA Y LO PERDÍ POR ELLO.
Me voy desprendiendo de aquello que me llenó un día, de lo que ya no me pertenece. Mi familia se va ante mis ojos y junto con el dolor de su marcha llega la esperanza de reencontrarnos algún día, en algún lugar. Los que se han ido vuelven confirmando ese reencuentro. Una luz creciente ilumina los últimos recuerdos. Los sufrimientos que quedaban se deshacen totalmente en esa luz. Llega la hora de la paz, la hora de volar.
Y vuelo.



                                                   María Jesús Escobedo Barrera.

jueves, 19 de septiembre de 2013

FELICIDADES PEQUEÑA..

No sé ni que palabras utilizarte para escribrite esto que estás leyendo..
Hoy es tu gran día y míranos. Han pasado seis meses desde aquella noche, desde la última vez que nos vimos. Justamente el día de mi cumpleaños. Menudo día. Yo con mis problemas y tú pensando en otras cosas. 'Amigas, hermanas, siempre, no existe la distancia.' Palabras que tú has dicho y que en cambio no has sabido cumplirlas.. 
11 en la mesa, yo en el medio, tú al otro lado, 3 personas por medio. Si eso te parece distancia, dime entonces qué son 537.5 kilómetros.
 Llamémoslo destino.. Entré hace 4 años en ese centro, y ahí estabas tú, volvíamos a encontrarnos después de haber estado siete años separadas. Aunque ninguna de las dos lo recordamos. Aunque en cambio tú no te olvides de las veces que iba corriendo hasta donde tú estabas para pedirte un abrazo. De esos que seguiste dándome cuando volvimos a vernos, y esos que ahora no puedo pedirte y que echo de menos.
Dime, ¿Qué nos ha pasado? Si la mayoría de lo que soy, tú me lo has enseñado. Si en esto ninguna de las dos va a ceder, dime dónde acabaremos.
Yo sigo en Madrid, y tú te fuiste lejos. Estoy cansada tía, llamarte y que no estés. Que vengas y no avises. Que quedes para hacer algo y luego no lo cumplas.
A errores no me ganas. Pero siempre estuve cuando te hice falta. 
Me he tirado seis meses peleando conmigo misma para no coger ese puto teléfono y llamarte. Necesito escucharte, saber que sigues ahí. Seis meses esperando que fueras tú la que llamaras esta vez. Un mensaje, una carta. Es que me daba igual la manera, pero veo que a ti tampoco te importó. Trágate el orgullo, yo tuve que hacerlo siempre.
Te pedí perdón por todo. Porque la verdad es que también hiciste mucho.
Que no aguantabas mis cambios de humor y que fuera borde, pero al final siempre volvías a hablarme. El que me dieras un abrazo y me dijeras'Jolín Pri, que pequeña eres'.
Verte de lejos, y poder apreciar cuando estabas a punto de lanzarme una sonrisa..
Mírame, dónde está nuestro"PORQUE SIN TÍ NO SOY NADA Y CONTIGO LO SOY TODO"? 
¿Dónde está la amiga que te complementa, la del alma, la compañera de risas y llantos, la que te coge cuando te caes, y te defiende sin importarle nada? Va a venir el invierno y se lo va a llevar todo.Te haces mayor y en cambio yo sigo aquí siendo una puta enana... Son tantos los momentos increíbles que hemos pasado juntas, que perdí la cuenta. Pero sé que quiero seguir pasándolos, aunque pasen días, incluso meses.
Mira nena, a cabezota no nos gana nadie, pero necesito que me hables, volver a escuchar de nuevo esa risa tan característica que tienes.. 
Piénsalo, todos cometemos errores.. Dime si estás bien o si has pensado alguna vez en eso que nos pasó. Fuimos tontas, y dejamos que el orgullo nos ganara. Ahora que pasado el tiempo, respóndeme.. ¿Te dolió?. Dame pruebas.. 4 años no son tan fáciles de olvidar, por lo menos para mí.

Ha pasado mucho tiempo, joder...

Quiero volver a verte..

miércoles, 24 de julio de 2013

Ese soplo de aire fresco..

¿Tú qué eres? ¿Tonto?
¿Cómo es posible que me llames dos veces y todavía me digas que te has equivocado? Cuéntame por qué estamos como siempre. No sé si es que te entran remordimientos o ganas de verme. Que te encuentras solo y te aburres, y de repente te acuerdas de mí. Venga, dame la respuesta.
Tres años chico, tres años y aquí seguimos. Ahora me vienes con un ' A ver tronca sabes perfectamente que yo no soy de decirte te quiero, ni a ver si te veo ni nada. Así que no sé de qué te extrañas' QUE TE FOLLEN. Venga, haz memoria. Hace tres años. Febrero. Esa llamada, cuando tu relación con otra iba mal, pero en cambio viniste a mí y me dijiste.. "Yo lo único que te pido es que te quedes conmigo, que no me dejes solo. Que cualquiera va a poder tocarte, pero sabes perfectamente que luego no pienso dejar que salga vivo." Ay cabecita loca, siempre fuiste así de exclusivo respecto a los recuerdos eh. Vamos a ver, eres incapaz de olvidar los errores que he cometido, pero parece que ya no recuerdas quién era la persona que estaba ahí siempre contigo cuando tú tenías problemas, la que se ha tragado toda la porquería que tú fuiste provocando, la que mentía por tí o la que te secaba las lágrimas cada vez que llorabas. Venga bombón, dime qué es lo que ha cambiado. Aparte de tí. En estos momentos me estás diciendo que nunca me has lo has dicho, que no me suba a la parra, que 'para no hacerte falta bien que los echas de menos y preguntas'. Tú eres tonto. Aún vienes a decirme que no sabes el cariño que te tengo, que el presente lo aparcamos. ¿Y si te aparco a tí, subnormal? Que el mundo está lleno de idiotas, y tú, amigo mío, eres uno de ellos. Que cada día te metes más, y te vuelves más gilipollas. Nuestros problemas. Esas discusiones que duraban meses, y de repente uno de los cedía y lo volvíamos a intentar. Bien, bien, bien, mal, caput. Esto empieza a cansarme. ¿Estamos bien, regular o mal? Pf, que de los errores se aprende y a mí no me apetece volver a tropezarme con otro como tú. Mejor me lo ahorro. No quiero las palabras bonitas que sé que no vas a decirme, el verte para ofrecernos espalda, o hablar de cosas que no tienen sentido. Porque para hacer eso, puedo hacerlo con otras personas e incluso no sería tanta pérdida de tiempo. Vete con tu mota, con tus amigos, NO ME DEJES NADA. Que yo estaré pendiente de lo mío. Pero cuando te hundas no me llames, no me vengas con disculpas y caras tristes. Tú decides aquí lo que es importante, yo lo tengo claro. Es tu turno, empieza a ver cómo te estás echando a perder, cómo tiras tu vida por la borda por dos putos gramos, cómo alejas a la gente de tu alrededor al no querer darte cuenta de las cosas. No pienso estar ahí cuando abras los ojos.

Pero qué cojones digo. Que la carne es débil y tú me conoces de sobra como para saber que por muchas veces que nos mandemos a la mierda, volvemos a juntarnos. Como dos polos de imán que se atraen inevitablemente. Nuestro tira y afloja. El irnos y volver. El darte la espalda y otro día darme la vuelta para darte un puto abrazo. Espero que algún día esto termine de verdad. Si ya no tengo ni idea de qué relación tenemos.. ¿Amigos? Pero si nos vemos por la calle y ni nos saludamos, tan sólo nos miramos como si la vida fuese en ello. Cáete, estaré para recogerte y ayudarte a levantarte. 36 meses. 1905 horas.
¿Cuántas juntos? ¿Cuántos días perdidos? Que explote y todo acabe joder. Cada uno por su lado, no vamos a vernos más. Un cambio es un puto respiro, ese soplo de aire fresco que espero que haga cambiar mi vida. Estás olvidado, lo prometo. Vete con tus perras, yo me voy a labrarme un futuro. Ten cuidado, yo iré con seguridad. Sé feliz, yo no pienso perder mi sonrisa.
Quién sabe si te echaré de menos, si mañana intentaré llamarte para hablar contigo, hoy he tomado esa decisión, no volveré a caer.
                                                                                HASTA SIEMPRE.

  

lunes, 22 de julio de 2013

'NO NOS QUEDA NADA'.

-¿Quién eres?
+Me conoces de sobra, pero creo que has cometido el error de olvidarme..
-Bueno, y tú el error de dejar que te olvide, ¿No crees?

A decir verdad no, no lo creo. Si por mí fuese haría una cosa diferente cada minuto para que pudieras recordarme. O estaría hablando contigo horas y horas sin parar. Como esas llamadas que empezaban y nunca sabíamos cómo cortar. O por lo menos eso me pasaba a mí, y que me pesaba. Que me jode que durante las dos primeras semanas todo fuera perfecto y ahora, por mucho que te atrevas a negarlo, ya me has olvidado. No sé cuánto tiempo ha pasado si te soy sincera, no lo he contado. Pero sé que poco no ha sido.  He pasado de estar oyendo un 'Buenas noches, que descanses pequeñaja', a no oír nada. A no poder escuchar esa voz tan bonita que tienes, a las cosas que me decías de repente y que yo no era capaz de responder por la vergüenza que me daba o bien por asombro. Una vez me dijiste, que si algún día tenía algún problema contigo, te lo dijera, que las cosas hay que hablarlas. Y bien, aquí me tienes, escribiendo en una pantalla en blanco sin saber a ciencia cierta que coño decirte porque no sé ni cómo expresarme.
¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos? Bueno, la primera y la última. Tú llevabas esa camiseta de manga corta gris y esos pantalones vaqueros.. Yo iba todo lo contrario. Camiseta verde fosforita y unos pantalones cortos. Tú zapatillas, yo zapatos. Tú pelo corto, yo recién cortado. Tú con tus modales, yo diciendo gilipolleces. Yo sin saber cómo esperarte, tú tan tranquilo como siempre. Mi boca boqueando, suplicando un puto beso tuyo.Tú esperando paciente a que fuera yo quien diera el paso. Pero no, preferí un jodido abrazo. Apenas unas horas escasas, pero sin duda las mejores de toda la semana. La despedida, acompañada de unas cuantas promesas..
Han pasado días, y sigo esperando mi regalo de cumpleaños, ¿recuerdas qué era? Tú.
Esa persona que se supone que ahora debería estar aquí. Pero que no está. No es declaración, es pesar. No me digas que yo he dejado que me olvides, pero he visto que bien rápido he sido sustituida, que ni me llamas, o que no te buscas la vida para mandarme un simple mensaje. Pero ya no me importa. No te preocupes. ¿Te acuerdas cuando me dijiste: 'Como te hayas enamorado lo llevas jodido'? Y ni de coña, no me he pillado. Pero me jode. Bueno, me jodía. Simplemente gracias por sacarme de mi rutina de entonces, porque me olvidé de todos los problemas y me hiciste pensar que estabas ahí .Quizá te agobié, quizá tú diste poco.
Yo esperando ese día. Tú sin dar señales de vida. Media tarde. Tres mensajes tuyos. Un 'No puedo ir' acompañado de otras dos parrafadas más. Fin de lo poco que quedaba.
No esperaba nada de tí, igual un poco de reciprocidad, la que hubo al principio y se acabó esfumando.Te echo de menos pequeño. No sé que gesto o pensamiento está surgiendo mientras lees esto. Pero no te reprocho ni trato de tirarte nada a la cara. Pero en serio, mil gracias por haberme hecho sentir especial.
No sé si gano algo diciéndote que ojalá pudiera volver a verte, poder darte ese beso que no tuve el valor de darte y que me perdones todas las gilipolleces y errores que he cometido, que volvamos a empezar. Te echo de menos pequeño. No sé que ha sido de tu vida en estas últimas semanas. Escríbeme, dime qué tal te ha ido y si hay algo nuevo. Dime que hay otra oportunidad. Me da igual la distancia, me da igual verte poco. Dime que te jode, que todo iba en serio. Ojalá que todo te vaya genial, que seas feliz estés dónde estés. Sea lo que sea, para mal o para bien.. Ya sabes dónde encontrarme.

Estaría bien que volvieran esos días, pero NO NOS QUEDA NADA.