Entiende, que ha sido conocerte y no dejar de pensar en volver a verte. Joder, qué envidia me dan ahora las calles de Madrid, qué rabia sus aceras y sus pasos de peatones... Ya me imagino, al muñequito del semáforo en verde, viéndote cruzar, poniéndose nervioso, y en rojo otra vez. Unos pocos minutos... Yo sólo te pido dos, de momento. Y dios, qué bien podríamos estar si no lo malinterpretaras todo. Me encantaría poder cogerte y darte un abrazo en medio de clase sin que te sintieras de un modo extraño por ello o por lo que pudiera parecer. Cómo me gustaría que no tuvieras vergüenza y te diera igual quien nos viera. Si es que encima no somos nada, quizá por eso.. Pero esta singular forma en la que nos tratamos, no es sino una pequeña demostración de todo lo que nos queremos. O por lo menos eso pienso yo. Sumándole además nuestro día a día, el escucharnos y apoyarnos. Me encantaría poder comerte a besos una tarde y que no pasen cuatro días hasta que vuelva a saber de tí, no hagas que tire de recuerdos. Qué coño, lo que tendría que ocurrir, es que no debería pasar ni una hora desde que nos hubiéramos separado para que me escribieras un mensaje, y me dieras a entender que a pesar de que lo nuestro sólo es amistad, no te arrepientes de nada de lo que has hecho. Adoro los momentos contigo, la manera que tienes de demostrarme que vas a estar ahí. Gracias por hacerme reír, por aconsejarme y dar solución a la mayoría de mis problemas, y sobretodo, por ese cariño tan especial que me brindas. Dios, quién escribe"cartas"a estas alturas de la vida. Ni siquiera yo sé por qué te estoy escribiendo esto, pero me está saliendo de muy adentro... Y porque creo conocerte, sé que después de leer esta carta vas a rayarte otro poquito más. Pero ya me conoces, haciendo montañas de granitos de arena y exagerándolo siempre todo. Pero por la boca muere el pez, y en fin, ya llegará mi hora. Ah, se me olvidaba, de todas las cosas que me gustan, la que más me gusta, sin duda, eres tú. Porque no puedo encontrar luz más intensa que la que me creas por dentro. Y esta carta, no es sino para repetirte, de una forma más variada, que ojalá que esto no salga mal. Que ya se que lo nuestro es sólo amistad, deja de repetírmelo. Pero aún así, ya sabes eso de " Dime que estarás abajo cuando caiga, dime que estarás arriba cuando lo consiga." Me encantaría que contases conmigo cada vez que sintieras la necesidad de algo, o simplemente porque quisieras tenerme a tu lado. Déjame ser el hombro en el que te apoyes cuando estés triste, esa persona a la que abraces cuando estalles de alegría, o déjame ser incluso, el saco de boxeo al que pegar cuando te sientas impotente, y la rabia corra por tus venas.
Joder, si es que haces tanto por mí que yo no sé ni cómo agradecértelo. Y tengo tantas cosas que agradecerte que me quedaría sin papel y sin saliva. Y si esto después puede convertirse en un error, mejor disfrutarlo ahora, reír por lo simple, y hacernos un poquito felices. Bueno, aquí me has tenido unos cuantos minutos diciendo cosas sin ton ni son. Y sé que después tirarás esta carta, pero tienes que saber que en ella hay un poco de mi. Gracias por ser tú misma en todo momento y no fallarme nunca. No necesito más para saber que eres una gran persona, y que pase lo que pase, me encantaría seguir teniéndote a mi lado.
Pensar en tus dudas me tambalea la vida. Ni me dejes ni te alejes, por favor. Y es que después de haber besado tu sonrisa rota sólo puedo imaginarme cosiendo mis labios a los tuyos. (Imaginando que tú quieres mis labios en los tuyos). Bueno, vale, por fin he terminado. Ahora puedes correr a rayarte, o lo que sientas que tienes que hacer. Que aquí te espero yo para resolver todas tus dudas(y sí, las palabras que no entiendas por culpa de mi letruja también cuentan). Y QUE TE QUIERO MUCHO
.